Cumplo con un pendiente de años
Amigo Ángel:
Te dejo el enlace para que puedas ver7descargar los videos que tengo pendiente entregarte.
De todos modos los tengo en físico en DVD y tus videos que te voy a pasar cuando te vea, que espero sea pronto.
https://drive.google.com/drive/folders/1o_pVF2ELHju-Auh7dAmGDQJeTzDsS-wZ?usp=sharing
miércoles, 30 de octubre de 2019
miércoles, 21 de agosto de 2019
ESDENTI: Delfino Rojas Hernández -Rosa Negra-
El poeta Delfino Rojas Hernández -Rosa Negra- viene a platicar con Antonio Martínez Hernández (sin parentesco) sobre su trabajo y trayectoria como escritor y vecino de Nicolás Romero.
Vecinos de Nicolás Romero: Iván Rosas -Implícito-
El jóven y talentoso cantautor Iván Rosas nos presenta sus canciones y sus proyectos de su ascendente (y lo digo en serio) carrera.
Con un disco nuevo ya a punto de despegar, la calidad de sus canciones e interpretación no dejan dudas de que este joven va pa rriba.
Con un disco nuevo ya a punto de despegar, la calidad de sus canciones e interpretación no dejan dudas de que este joven va pa rriba.
ESDENTI: Jesús Emmaniel Dionisio (segunda visita a RadioNR)
Regresa el escritor cronista del Municipio de Nicolás Romero con más historias que dejan la mente llena de imaginación y ambientes oníricos.
Gran charla.
(mal audio)
Gran charla.
(mal audio)
Vecinos de Nicolás Romero: Mc Elico
El jóven y talentoso cantante (¿hablante?) de Hip Hop Mc Elico vino a Radio NR a presentarnos sus canciones y contarnos sobre su trayectoria y trabajo.
Vale mucho la pena poner atención a la calidad de sus letras. Y vendrá mucho más trabajo que está preparando.
Vale mucho la pena poner atención a la calidad de sus letras. Y vendrá mucho más trabajo que está preparando.
ESDENTI: Valentín Chavarría
El escritor y educador Valentín Chavarría visita a Antonio Martínez Hernández para hablar sobre su labor como escritor y los hechos que en su vida lo han marcado en este oficio.
ESDENTI: Fernando Marmolejo
El poeta Fernando Marmolejo presenta su trabajo mientras nos cuenta su vida que dio pie a la creación de su obra poética.
Vecinos de Nicolás Romero: La Mugre y Las Ratas
Dos integrantes del grupo La Mugre y Las Ratas, nos vinieron a contar sobre su trayectoria, forma de trabajar y muchas anécdotas sobre el escenario. Una entrevista muy entretenida.
Vecinos de Nicolás Romero: Jovan Torres
Jován Torres es un Técnico en Urgencias Médicas que tiene el gusto y la capacidad de enseñar la importancia de tener conocimientos de primeros auxilio para la vida diaria.
Conocimientos que definitivamente pueden significar la vida o la muerte de un accidentado.
Conocimientos que definitivamente pueden significar la vida o la muerte de un accidentado.
Vecinos de Nicolás Romero: Fiesta de la Colonia San Juan
En vísperas de la fiesta de pueblo de la Colonia San Juan, José Antonio nos vino a platicar de los planes y actividades que se llevaron a cabo como parte de las festividades.
Una de las invitadas a participar como cantante en la fiesta es la modelo Sandra Damian, que en entrevista nos cuenta sobre su vida y lo feliz que es.
Otro participante de la Fiesta del Pueblo San Juan, es Jahir Flores, talentoso cantante habitante del Municipio de Nicolás Romero
Una de las invitadas a participar como cantante en la fiesta es la modelo Sandra Damian, que en entrevista nos cuenta sobre su vida y lo feliz que es.
Otro participante de la Fiesta del Pueblo San Juan, es Jahir Flores, talentoso cantante habitante del Municipio de Nicolás Romero
miércoles, 24 de julio de 2019
Vecinos de Nicolás Romero: José Fernando Morales Anaya
Otra joven promesa del box, José Fernando Morales Anaya nos platica sobre él, previo a un encuentro el 23 de junio.
Vecinos de Nicolás Romero: Edgar "El Tun Tún" Cárdenas
Un campeón internacional del box, vecino del municipio nos viene contar parte de su trayectoria... muy interesante conocer la vida de este hombre.
ESDENTI: Entrevista a Jesús Emmanuel Dionisio González
Un gran personaje de nuestro municipio: escritor de Cuentos y Relatos que rescatan historias de las leyendas que circulan en nuestro municipio.
Vecinos de Nicolás Romero: Entrevista con Karla "La Chatita" Rivera
Nueva vecina de Nicolás Romero y una joven promesa del box femenil.
Vecinos de Nicolás Romero: Entrevista con Gabriel Lucas
Un joven vecino de Nicolás Romero: estudiante de la ingenieria de diseño industrial, atleta y buen guitarrista.
ESDENTI: Entrevista al escritor Charly Hernand
Entrevista al escritor Charly Hernand que nos cuenta sobre su trabajo como escritor.
ESDENTI: Entrevista con el Escritor Alejando Colina Fajardo
Estos son los videos de la primera entrevista a Alejando Colina Fajardo, en la primera parte sostiene una charla muy interesante sobre la identidad en el Municipio de Nicolás Romero, en la segunda parte, nos presenta su libro Oriam.
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Alejando Colina Fajardo,
Antonio Martinez Hernández,
ESDENTI,
RadioNR
viernes, 6 de octubre de 2017
U2, México y Joshua Tree Tour 2017
U2. México. Joshua Tree
Tour.
“Escribir canciones es fácil como
caminar, escribir buenas canciones, no lo es.”
Bono, en una entrevista de 1989, durante
la gira Rattle And Hum
En la enorme pantalla que U2 dispone para
este tour, comienzan a proyectarse docenas de poemas contemporáneos con un tema
principal: buscan comprender a la América que para el cuarteto irlandés es en
realidad Estados Unidos y sus contradicciones de ser una tierra de libertad, de
esperanzas y sueños, llena de racismo, violencia, adoración al dinero y su
poder en el In God we thrust en sus
billetes, para tratar de llenarse de una espiritualidad que debe tener imagen,
si no, no vende.
Me es inevitable recordar que por una
estación de radio que ya no existe, U2 tiene esta enorme convocatoria en
nuestro país: por Rock 101 de Luis Gerardo Salas, U2 llegó a México, fueron los
primeros en programar Pride.
El concierto es una lección desde dos
perspectivas: U2, desde los años 1990’s, hizo que los conciertos no sólo fueran
espectaculares en recursos técnicos, sino que todos esos efectos se
transformaran en parte de su mensaje… algo que aprovechan perfectamente con el
lenguaje del color y las imágenes sencillas, seleccionadas y trabajadas para
que en un profundo blanco y negro o en colores brillantes, profundicen el
mensaje de la canción en turno. El resultado de eso fue impresionante. Pero la
mayor lección, consiste en demostrar que ellos no necesitan utilizar siempre
todos esos recursos. El concierto inicia con las cuatro primeras canciones,
como un camino resumido para llegar al disco Joshua Tree, sin pantalla, sin
espectaculares luces en movimiento… sólo las luces que colocaron por encima de
la gente para ambientar, para dar un color/intención a la canción que el grupo
toca en el escenario insertado entre el público. Sólo ellos. Sin efectos, pero
con cuatro canciones poderosas que son parte de la historia musical del siglo
XX. El mensaje para mí es ese: no es necesario pensar primero en la imagen,
sino en que las canciones deben ser buenas, bien hechas. Eso es lo que perdura.
El concepto de celebrar el treinta
aniversario del lanzamiento de The Joshua Tree, un álbum que marcó a una
generación de fans, no fue la excusa de la banda para presentar su nuevo disco,
es realmente y como no lo hicieron en el momento en el que el disco fue
lanzado, tocar todas las canciones que componen el álbum y demostrar que el
sonido sigue siendo poderoso, que todavía pueden tocar con la furia e introspección
que el disco guardaba. La única canción que conserva unos arreglos
profundamente diferentes a los del disco, es Exit, que datan desde el tour de
Rattle and Hum, para lograr que la canción furiosa, dolida, llegara sin
provocar letargo al público lleno de entusiasmo.
Tengo un caset (espero que todavía esté por
ahí) memorizado de tantas veces que lo escuche, de la gira 1987 Joshua Tree.
Que a pesar de que el disco daba al grupo grandes canciones para interpretarse
en vivo y provocar todo tipo de reacciones en el grupo, el set de las canciones
de ese tour, todavía se apoyaba en los éxitos ya conocidos como New Year`s day,
Bad, I will Follow y ese largo camino de seleccionar canciones clásicas del
rock para conectar ese gusto del grupo con el público, por ejemplo: Simpathy
for the devil, People Get Ready. El potencial del disco que celebran de haber
lanzado hace 30 años, apenas empezaba, fue su legado, sus años posteriores lo
que puso en la cima a un U2 que Frank Sinatra criticaba por vestirse mal.
Debo decir que Bono, no sólo ha demostrado
ser un predicador efectivo, sino un activista efectivo en sus acciones. Su ir y
venir en cuestiones políticas, económicas y culturales, ha dejado más cambios
de los que sus detractores podrían admitir. Es muy probable que en los últimos 15
años, eso haya significado hacer canciones que ya no alcanzan ni la profundidad
ni la fuerza en los instrumentos que los caracterizó hasta fines del siglo XX.
Pero el disco, en el contexto que fue
presentado, en México, con la voz de Bono solidarizándose con nuestro momento
histórico, hace válido todavía el disco, hace vigente su mensaje, porque
seguimos viviendo en esa contradicción en la que nos enoja el gobierno (mensaje
de Bullet The Blue Sky), pero nos seguimos aletargando en cosas que no nos
permiten romper con la mala educación que nos tiene atorados (Runing To Stand Still).
El lenguaje visual (el uso de la enorme pantalla 7K), ambienta y refuerza,
evoca reflexiones que no aterrizan en medio de las canciones, nos emociona
cuando Bono hace una reflexión sobre el parecido de la bandera irlandesa y la
mexicana, cuando hace pase de lista con una pronunciación muy forzada a todos
los lugares que han resultado dañados por… ya ni sé cuántas cosas y dice
mientras la canción Bad comienza: “Tenemos melodías para ustedes esta noche,
pero no melodías que puedan quitar el dolor que tienen, que puedan cambiar todo
lo que ha sucedido en las semanas pasadas, pero podemos intentar con nuestras
canciones, podemos intentar, ofrecerles una noche épica de Rock and Roll”.
Entonces, es ahí donde la vigencia del disco
existe: el grupo sabe qué ciudad visitan, saben por medio de sus asesores qué
lenguaje o imágenes nos pueden impactar, así como la foto de Carmen Aristegui
durante la canción Ultraviolet o la Bandera mexicana durante One.
Y saben su oficio. Saben balancear: Bono nos
invita al Lado B de su disco y muchos de los que estamos ahí recordamos lo que
es un Lado B, que no provoca tanto entusiasmo, pero es ejecutado con tal
fuerza, que Trip Through Your Wires se queda resonando en la cabeza.
Sólo los colaboradores de U2 pudieron encontrar
una vieja película del oeste con un claro mensaje (con todo y nombre) a Trump
para empezar Exit. Otra muestra de la vigencia de las canciones.
Al terminar el Lado B con Mothers Of The Desappeared,
canción que mostraba el impacto que la banda tuvo al venir a América y que a
pesar de que en esos años no hicieron gira por Sudamérica, se interesaron en lo
que sucedía, ya que la canción habla y les habla a las Madres de la Plaza de
Mayo (un evento de 1976).
Y al terminar la revisión de aquel legendario
disco, tocaron Beautiful Day y Elevation para levantar los ánimos. Y
efectivamente tocan una sola canción de su nuevo disco Songs of Experiencie: You're The Best Thing About Me, provocando que unos
cuantos se animen al conocerla.
El
predicador Bono no necesita mucho para que la gente responda a su mínimo gesto.
The
Edge: Una guitarra para cada canción.
Adam
Clayton: Un bajo para cada canción y gestos amables cuando se acercaba a la
gente.
Larry
Mullen impacta con una playera cuya leyenda en la parte trasera es: Sexico y
voltea a la cámara para señalar su amor por el público mexicano.
Y
por escenario, la silueta de un enorme árbol, recordando constantemente el
nombre del disco, una pantalla enorme que algunos llamaron austera, pero
llevaba con vida cada canción. Vértigo, sería el claro ejemplo.
Demostraron.
Lo hicieron.
2
fechas en México, Brasil tiene 4. ¿Por qué?
viernes, 18 de agosto de 2017
Sensorama: La Meditación Guiada
Noche. Viernes 11 de agosto. Durante varias horas,
la idea de un concierto se transformó en un misterio. Cuando amablemente recibí
la invitación de Josué, me pidió que llevara unos googles. Le indiqué que no
tenía, sólo unos lentes de seguridad y me pidió que los llevara. Pregunté si se
trataba de algo con agua y pregunté si era necesario llevar toallas, me dijo
que no. Pero si no era extraña la petición, me dijo que en otro caso, llevara una
tela que dejara pasar la luz, que no se trataba de cancelar la visión
totalmente. Extraño y sorpresivo.
El Municipio de Nicolás Romero guarda muchas
sorpresas en su crecimiento urbano desordenado. Una de ellas, fue el punto de
reunión de la cita: una zona de hermosas cabañas en un fraccionamiento llamado
Loma del Río. El punto de reunión, gozaba efectivamente de un potente rugido
constante del río cercano.
Los selectos invitados (excepto yo), llevaron
cobijas y los integrantes del grupo recogieron junto con los googles. En lo que
esperábamos, el comentario general, incluso del dueño de la casa, era que no
teníamos idea de que se trataría el concierto.
Kitze, una de las integrantes del grupo, nos
recibió con un ritual con la intención de armonizarnos y quizá hasta para bajar
la alta velocidad que el estrés de la vida diaria nos procura.
Los googles fueron preparados para quedar
traslúcidos. Así que fuimos guiados por varias manos para poder sentarnos
después de bajar unas escaleras extrañas y pequeñas. Lo único que se podía
distinguir, eran luces de colores parpadeantes.
Ya había una música con instrumentos prehispánicos
sonando. No puedo decir precisamente música prehispánica porque un maestro me
explicó alguna vez que si bien se conservaban los instrumentos de aquella
época, no hay registro de cómo los tocaban y que figuras musicales hacían, sólo
tocarlos genera una intuición de lo que era la música de aquellos tiempos.
La música grabada dio paso al sonido de los
instrumentos que evidentemente se encontraban ahí y que varias personas estaban
ejecutando. Una voz femenina nos indicó que todo esto se trataría de una
meditación guiada, llamada Sensorama. Ambientada con esos instrumentos, una
guitarra acústica con un efecto de reverberación y de fondo ese potente río.
Las palabras eran de reflexión. Cuestionamientos.
Era posible contemplar las posibilidades de eliminar todas las imposibilidades
que nos imponemos en la vida.
Disfrutar la vida haciéndola, respirando, sintiendo
y armonizarla con nuestros objetivos, nuestras metas y cómo procedemos para
lograr u obstaculizarnos ese camino. La armonía en la vida se vuelve un objeto
valioso, inalcanzable por costo, alcanzable por actitud.
Pero la propuesta de esa noche era precisamente
ofrecer la posibilidad de contemplar la posibilidad de alcanzar esa armonía:
Apagando la vista, apagando el juicio, apagando la contemplación que anticipa.
Me explico: al no tener la vista en su ejercicio
pleno, apagamos el juicio que nos hubiera generado poder ver el tipo de instrumentos
que había en el escenario (¡ah, van a tocar ese
tipo de música!), hubiéramos caído al encanto del ambiente fácilmente, hubiéramos
abierto nuestra expectativa e incluso si adivináramos que uno de los músicos
levantaba la mano con un palo para pegarle a un enorme tambor... todo hubiera
sido… predecible, más fácil de digerir.
Pero ante la sorpresa, la expectación,
nos quedábamos sentados donde nos indicaron y en mi caso, por un largo rato
tratando de analizar, entender todo ese mar de sensaciones que se me estaban
generando. Recordé a alguien que sabe escuchar y quise copiar lo que hace:
coloca las manos juntas, con las palmas abiertas hacia arriba, obligándose a
recibir, cosa que no hace alguien con los brazos cruzados. Y me coloqué así.
Ahora el objetivo no era tratar de entender, era recibir, dejar que mi cuerpo
se llenara de sensaciones. Me percaté que cerré los ojos por inercia, cuando en
mis manos abiertas alguien colocó un poco de… ¿qué es esto?, ¿se come? ¡Es
tierra! Y la acerqué a mi nariz para confirmar… un delicioso olor, el olor de
tierra un poco húmeda, que genera varios sentimientos, tocarla, frotarla,
olerla. Fue una lluvia de recuerdos y sensaciones.
Ahora una voz masculina nos incitaba, nos
empujaba en medio de nuestra situación a reflexionar… pensé en todos los
prisioneros que meditan sin querer. Pero aquí había esperanza porque en todo lo
que nos decían estaban las posibilidades,
las opciones que se pueden tomar o no en la vida. La música subía y bajaba de
intensidad. Golpes inesperados de tambor provocaban miedo, sorpresa y aún más
expectación. Una pluma de ave pasó suavemente por mi cara, un poco de agua y en
medio un delicioso pedazo de queso con un poco de vino tinto (lo supe por el
sabor, no por el color que no podía percibir), dejándome degustar el
conocimiento, la sensación que provoca morder algo suave y una bebida alcohólica
combinados. Por eso siempre sugieren el vino con el queso: ambos lados de la
moneda.
Nos pidieron que nos pusiéramos de pie, la
intensidad de la música era muy alta, imposible moverse al ritmo o ponerme a
cantar. Ya había aceptado la invitación: ya quería yo ser parte de la música.
Quería dejar mi cuerpo lleno de esas sensaciones moverse como quisiera, como
pudiera, haciendo el esfuerzo por mantener el equilibrio ante tal ceguera.
¿Cuánto dejamos de percibir porque TODO lo
queremos ver y controlar?
Alguien me acomodó de frente a otro invitado. Nos
hicieron mover las manos en algo que no comprendí muy bien, pero a ratos, el
roce con la mano de mi compañero se sentía muy suave, cálido, pero me hacía
sentir más solo, porque sabía que había alguien más frente a mí con la misma imposibilidad
de verme… fue una sensación de darse cuenta de cómo puedes ser responsable con
quienes te rodean, pero si no los ves (aunque tengas los ojos abiertos), están
igual de solos, esperando algo de ti. Que antes de este contacto, era como
sentirme únicamente responsable de mí mismo.
Diversos instrumentos prehispánicos cuyos nombres
no me sé. Estando de pie, fuimos expuestos a un Digeridoo, o Palo Azteca le
dice su dueño, cuyas vibraciones cerca del cuerpo producen muchas sensaciones,
sorpresa, miedo hasta sentirse indefenso, pero… rico.
Un cuento de cuarzo. Ese sí lo conozco. Sé cómo su
vibración penetra, es profunda. Sentir su frecuencia hace que nuestro cuerpo
trate de alcanzarla instintivamente. Y eso ayuda a calmar mucho.
Nos piden que nos quitemos lentamente los googles
(en mi caso los lentes de seguridad). Hay silencio porque estamos extasiados.
Por fin vemos a los músicos: Josué, Pato, Angie, Cris y Kitzé, quienes se
encargaron de llevarnos muy lejos sin movernos de ahí. Las extrañas y pequeñas escaleras
eran de esta forma porque estábamos dentro de una alberca vacía, que se prestó
perfectamente como el escenario ideal del evento.
Nos preguntan por nuestra experiencia, pero nos
cuesta trabajo encontrar palabras, poco a poco nos vamos animando a expresar
nuestro sentir y pensar: agradecimiento.
Aún días después, el éxtasis se saborea en el
cuerpo.
Esta propuesta, debe continuar. Debe ofrecerse a
más gente. Debe ser accesible.
Este testimonio vale como mi agradecimiento
profundo a Josué que me invitó y a todos los que hicieron esta experiencia en
nuestro espíritu.
Hay más qué decir. Espero comentarios de quienes
estuvieron conmigo esa noche, de un pasto amable a nuestros pies descalzos y
perros cariñosos.
(De las fotos, ¿qué les puedo decir? Es difícil tomar fotos sin ver.)
viernes, 14 de julio de 2017
Descubriendo a Hilo Negro
Jueves
13 de julio, 2017. Fue nuevo para mí saber que tratar de llegar al primer
cuadro de la Ciudad de México, a las diez de la noche, en un jueves, desde la
estatua de la Diana Cazadora, es un trayecto calculado por Google Maps de 47
minutos (cuando no debería tomar más de 10 minutos), pero todo es consecuencia
de la cambiante ciudad. Después, en pleno desconocimiento de qué
estacionamiento es el adecuado, dar otras tres vueltas para encontrar uno que
como cuento de Cenicienta, a las 12 se acaba el encanto y cierra (sí, debí
preguntar por otro más adecuado).
Caminar
a la calle de Donceles es un paseo agradable porque todavía hay personas disfrutando
la ciudad y de un puesto de tacos de pastor.
Para
llegar a La Capilla
de los Muertos, de debe entrar por la pizzería del Perro
Negro y se llega a un buen foro para la presentación de grupos: un buen
sonido para un lugar con la acústica adecuada y buena visibilidad desde
cualquier punto, en un lugar calculado para 140 personas.
Ver
un enorme aparato de aire acondicionado funcionando, refrescando el ambiente,
me hizo recordar aquellos años del foro Tutti Frutti (llamado hoyo funky),
donde casi en el mismo espacio, cada presentación era una vaporera humana. Pero
dice Gerardo Enciso en una vieja canción: “Los tiempos cambian, dice mi
doctor”. Y esos cambios me intrigan porque así como se han ganado muchas cosas
en los aspectos técnicos, hay cosas que se han perdido en el camino, como precisamente,
la presencia del rock nacional (pero, eso es otro boleto).
“Algunos
dicen que rock se está muriendo”, dice a través del micrófono Julieta Soto, vocalista
de Hilo Negro, señalando que ellos están ahí, que ellos han trabajado por diez
años, que ya tienen tres discos editados y acaban de lanzar uno nuevo (que
faltó poner a la venta esa noche). Bueno, si al mainstream no le interesa, allá
ellos, porque precisamente este es un grupo que no tiene ganas de complacer “a
las masas” para ganar presencia.
Debo
admitir que conocer a Hilo
Negro por sus videos no les hace plena justicia: su presentación en vivo
está llena de la energía que produce un sonido poderoso en cada canción, una
buena convivencia en el escenario, llena del contagioso placer que transmite la
banda por estar ahí, tocando, gritando, riendo y… roqueando.
Es
curioso responder a la pregunta ¿y ellos
qué tocan?, porque cuando contesto Rock, me responden con otra pregunta: ¿Cómo? ¿Rock como qué?
Hilo
Negro son: Guitarras Michel Duhart e Ismael Frausto, Bajo de Alan Galicia, el baterista
Iván Morales y en la voz Julieta Soto. Y cada uno, en su momento adecuado, suena
poderoso en intensidad y figura. La guitarra explosiva de Ismael se empalma al
trabajo ambiental y diría descriptivo
de Michel, bien apoyados por un cachetonalgóngordito sonido del bajo de cinco
cuerdas de Alan. La batería de Iván, amplia en recursos físicos y argumentos, difícilmente
baja la velocidad porque de lo que se trata es de hacer rock. Sí. Rock. Es
decir, una banda con dos guitarras, una llena de efectos diversos, otra llena
de distorsión en varias modalidades, una batería enorme y un profundo bajo…
caramba… cuando ves una alineación así, lo que hace Hilo Negro es lo que estás
esperando escuchar. Pero además, la voz. Si estamos hablando de instrumentos
poderosos, la voz de Julieta lo es, sumada a una presencia escénica expresiva y
llena de energía.
El
concierto adquirió esa tonalidad íntima de las bromas personales con el público
asiduo al grupo, familiares y amigos fascinados con ese momento tranquilo, que
se agradece en medio de tanto caos de vida. Una grata sorpresa fue ser recibido
personalmente por la vocalista en su atuendo de monja de la orden de San Jerónimo y durante
la presentación los músicos toman con la naturalidad los pequeños incidentes,
por lo que debo decir que el escenario esa noche les quedó pequeño: no sólo
porque demuestran el mismo profesionalismo ante miles que ante medio centenar
de personas, sino porque la vocalista trata de llenar con teatralidad, con un lenguaje
corporal flexible y muy expresivo, que, a ratos su mano pega en la cabeza del
guitarrista Ismael, se tropieza con la batería, el pedestal del micrófono funciona
mejor abajo del escenario, dificultades para quitarse los zapatos o Ismael al
producir esos sonidos poderosos en la guitarra mueve los brazos o su mismo
instrumento, se tropieza con las bases de los platillos y le pega al bajo de Alan… o el acompañante del grupo, vestido adecuadamente de diablo para la
última canción, le desconecta el cable de sus procesadores de efectos… Sí, poniéndose
quisquillosos como nos gusta a los mexicanos criticones, se puede pensar que la
banda debería saber adaptarse a cada escenario y bla bla bla, pero todo eso es
el reflejo de cómo dieron TODO esa noche.
Un
gran concierto, se refrendó una amistad, fue cálido, divertido y lleno de Rock.
Y
sí… hay que repetir otro concierto de Hilo Negro.
lunes, 24 de abril de 2017
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